El Arte Bizantino fue un estilo que se desarrollo a partir del siglo IV, en todo el territorio del Imperio Romano de Oriente, en el cual los iconos, mosaicos, relieves, y las grandes iglesias lograron transmitir su amor por la geometría y del oro, del poder que generan las imagenes, que están llenas de energía como a la vez tienen una forma estatica y calmada, y de intentar crear gigantescas estructuras. Aunque el Imperio Bizantino dejo de existir en el siglo XV, su arte si se propagó no solo por Grecia y Turquía, sino también por Italia, Rusia y Europa del Este, llegando a influenciar en parte al arte moderno y hasta la actualidad.
Después del año 476 y con el desarrollo del Arte Paleocristiano, comenzo la producción del arte del Imperio Bizantino. En sus comienzos, aparece el termino de Icono y se construyeron grandes iglesias como la de Hagia Sofia de Constantinopla, o San Vital o San Apollinare Nuovo en Ravenna, llenas con mosaicos.
Pero luego surgio la crisis de Iconoclasia, en el que se destruyeron obras de arte figurativo. A eso se le agrega el Saqueo de la capital en 1204, y poco a poco el Imperio se fue desvaneciendo hasta su final en 1453.
No obstante, los artistas bizantinos viajaron por toda Europa, influyendo al Pre-Renacimiento, la Escuela de Novgorod, y otros estilos medievales, de manera que todavía se sigue produciendo obras de este estilo.
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¿Qué fue el Arte Bizantino?